Hoy quise regalarme flores, abrazarme y decirme cuanto me amo y me acepto tal cual soy, halagarme y consentirme más de lo usual. Soy una persona altamente sensible (PAS) y me cuesta lidiar con lo que yo percibo como “indiferencia” por parte los demás.  Pareciera que todos andan en otro mundo, y yo observando, sintiendo que el tiempo se les escapa, al igual que la belleza de nuestro entorno, que es alimento para nuestra alma.

Valoro los detalles pequeños, la naturaleza, las palabras amables, las expresiones de cariño, el tacto, el roce de la piel, o algo tan sublime como una mirada. Que me miren cuando hablo es vital, que levanten sus ojos del celular y me regalen unos segundos, es tan valioso que cuando no sucede me siento ignorada, trátese de mi esposo, hijos, o cualquier persona, por supuesto que me afecta más cuando se trata de gente que amo o aprecio. En estos tiempos eso es normal, hablar sin conectar, y además, tener el brío de decir, “te estoy prestando atención”, o un “te estoy escuchando” aunque no te estén mirando.

Soy sincera, esto me ponía  triste, y algunas veces lloraba en silencio. Me preguntaba, porqué me pongo así.  La primera vez que leí sobre las personas PAS fue en El peligro de estar cuerda de Rosa Montero, me sentí tan identificada que quise investigar más, pero fue gracias a Marian Rojas Estapé y sus maravillosos libros y videos que entendí lo que me sucedía, y porqué me afectaba tanto.   Con sus libros Cómo hacer que te pasen cosas buenas y Encuentra tu persona vitamina me he redescubierto, y a la vez me he aliviado, me siento nueva, y con ganas de descubrir más sobre mí misma.

Estoy aprendiendo a manejar mi alta sensibilidad sin causar incomodidad en las personas que tengo a mi alrededor y que tanto amo porque de una cosa estoy clara, seas PAS o no, tenemos que prestar más atención y dedicar tiempo para abrazar y conectar de forma real con las personas que nos rodean, y de alguna manera tenemos que expresarlo, que sepan que nos afecta ese comportamiento.

Quiero disfrutar de las personas que amo aquí y ahora, y que al mismo tiempo disfruten de mi presencia, no sé trata de dejar de usar la tecnología, pues es demasiado buena y necesaria, pero tenemos que estar más conscientes, y saber cuándo es el momento de parar, mirarnos más seguido a los ojos, abrazamos con y desde el corazón.

“Cuando los sensibles que apostamos por un mundo mejor seamos muchos, los raros serán los otros”