La primera vez que me subí a un avión, ya en mi edad adulta, iba llena de emoción, sentí que el corazón se me escaparía del pecho. Desde que me  senté  estaba  atenta a todas las indicaciones. Cuando el avión empezó a moverse cerré mis ojos y suspiré. La velocidad fue en aumento y así también mi alegría. El despegue fue maravilloso, pero no se comparó con el aterrizaje. En menos de cuatro horas ya estaba en suelo mexicano. 

Quién diría que años después de ese primer viaje, que realicé para encontrarme con mi esposo, he perdido la cuenta de nuestras aventuras. Solos,  y también  en compañía de nuestros niños, hemos visitado países lejanos y maravillosos.

Viajar es desconectase de tu día a día, abrir la mente a nuevas experiencias, paisajes, comidas y culturas. Es un disfrute de principio a fin. El simple hecho de salir de casa por unos días, ya sea dentro o fuera del país,  nos recarga de energía. 

 En este espacio voy compartir algunos de nuestros destinos, trataré de hacerlo en orden cronológico, me servirá de guía para cuando los años pasen. 

¡Es hora de despegar, acompáñame!

Minnie Flores