Quiero volver a leerme y sonreír,
quiero crear memorias que hablen
de lo soy y de lo que fui,
quiero aprender a resignarme sonriendo,
y no llorando o quejándome.
No quiero parecer la víctima,
ni mucho menos serlo,
acepto que soy frágil y vulnerable,
que tengo miedos escondidos en el alma,
y el coraje, que jamás pudieran imaginar,
también se anida en este mismo lugar.
Tengo la cabeza llena de historias,
propias e inventadas,
han nacido de una palabra,
o del gesto de un desconocido,
les he dado vida con las
suposiciones de mi mente,
el criadero de mis frustraciones,
y nostalgias infinitas.
Ni yo entiendo porque escribo
ni de donde salen tantas mariposas,
letras y poesías,
revoloteando por doquier,
dudo de mis propias creaciones
y en el momento preciso descubro
que nunca somos los mismos,
mutamos según los días
y las lunas.
Abro mis alas y vuelo.