Desempolvando mis libros favoritos me encontré con un tesoro que leí hace un par de años, Cuerpo de Mujer Sabiduría Mujer, de la ginecóloga, Christiane Northrup.

La historia de cómo este libro llegó a mis manos es divina. Una persona muy querida y sabia, con quien no solo comparto una bella amistad sino muchas creencias, filosofías de vida y bienestar, me recomendó su lectura. Me habló maravillas y me envió una captura de la portada. Como siempre tengo una fila de libros esperando por mí no le di prioridad, pensé que en algún momento lo buscaría.

Resulta, que para esos días estaba limpiando y ordenando mis libros, tenía varios, míos y de los niños, que donaría. Usualmente los llevaba a Plaza Concordia,  en  Vía España,  donde tenían una mesa con libros de todo tipo, podías dejar o tomar alguno que te gustara.

Dos o tres días después de haber hablado con mi amiga, llevé los libros que donaría.  Había varios en la mesa, en lo que hacía espacio para ubicar los míos, el título de un libro llamó mi atención, lo tomé y vino a mi mente el que recién me había recomendado mi amiga, no recordaba el nombre, pero sabía que tenía que ver con la sabiduría de la mujer. No podía ser tanta coincidencia, de seguro era uno parecido, así que busqué la imagen que me había enviado mi amiga, y sí, era el mismo libro. ¡Wao que casualidad!

Emocionada y con ganas de empezar a leer lo traje a casa. Lo abrí para darle una ojeada inicial y encontré un separador de libros con la imagen de San Miguel Arcángel, creo en los ángeles y arcángeles, mensajeros de Dios, y estoy convencida que además de protegernos, nos guían y a diario nos muestran sus señales. “Los sueños, los acontecimientos, un libro, las palabras de un amigo: todo eso podría ser una palabra de un ser angélico”

Tanta casualidad no existía, la recomendación de mi amiga, encontrar el libro sin siquiera buscarlo, pues diría más bien que él me encontró y la imagen del Arcángel. Inmediatamente llamé a mi amiga y le conté, tampoco lo podía creer pues ella lo tenía en digital y no había logrado conseguir la versión en papel. Algo parecido me había ocurrido con el libro Mujeres que corren con los lobos, otro de mis favoritos, y curiosamente recomendado por esta misma amiga, pero esa es otra historia.

Empecé a leer y desde las primeras líneas se asomaban la sabiduría y la experiencia de la doctora.  Hablaba del poder de los pensamientos y las señales que nos envía el cuerpo para llevarnos a la sanación mediante la comprensión y el conocimiento de nosotras mismas. Cosa en la que yo creía y creo.

“Estamos destinadas a avanzar hacia lo que sea que nos procure satisfacción, crecimiento personal y libertad. Nacimos sabiendo que actividades, cosas, pensamientos y sentimientos están relacionados con esas cualidades. Hemos de aprender a confiar en nosotras mismas y saber que podemos avanzar con naturalidad hacia aquello que es sanador y gratificante”.

Sin salud emocional, no es posible la salud física. Es imprescindible conocer nuestra naturaleza femenina, llena de intuición, esa guía interior que nos dará la fuerza para transformarnos en mujeres dispuestas a hacerse cargo de su bienestar integral. “Hagamos lo mejor posible, recordando que nadie nos puede arreglar la vida, solo Dios que vive en nosotros”

Esta obra  está  repleta de  información valiosa sobre salud en general de la mujer, anatomía de la sabiduría femenina, autosanación, ciclo reproductivo, nutrición, emociones, prevención, y medicina (convencional, oriental y holística).  Una lectura amigable y fácil de entender.

Este es un libro que todas las mujeres deberían leer.  Sin duda se lo recomendaré a mi hija cuando esté en la edad apropiada para entender y asimilar todo este conocimiento.

Minnie Flores